La incorporación de la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios al Código Técnico de la Edificación (CTE) se llevará a cabo en dos fases, con el objetivo de cumplir los plazos marcados por la normativa comunitaria. Así lo anunció Juan Queipo de Llano, responsable de la Unidad de Calidad en la Construcción del Instituto Eduardo Torroja, durante la mesa redonda que puso fin a la Asamblea General 2025 de Andimat, moderada por Dolores Huerta, directora general del Green Building Council España (GBCe).
En una primera fase, que se implementará de forma inminente, se incluirán como principales novedades un nuevo Documento Básico de Sostenibilidad Ambiental y la definición del concepto de edificio de cero emisiones. Más adelante, en una segunda fase, el CTE profundizará en el desarrollo de los requisitos establecidos por la directiva europea.
Según explicó Queipo de Llano, este nuevo documento normativo permitirá calcular las emisiones de CO₂ durante todo el ciclo de vida del edificio, considerando la huella de carbono de las materias primas y de la fabricación de los productos, así como de las fases de construcción, uso y fin de vida útil.
Evolución del sistema CAE y del certificado energético
Por su parte, Guillermo López, consejero técnico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), destacó los avances del sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE), especialmente en su proceso de digitalización, basado en indicadores como la energía final ahorrada.
A poco más de un año de su puesta en marcha, López señaló que el sistema muestra diferencias en su funcionamiento entre el sector industrial y el residencial. Mientras que los sistemas activos están dando buenos resultados, los pasivos, como los relacionados con la envolvente del edificio, se ven limitados por el modelo de cálculo actual, que solo considera los ahorros anuales, a diferencia del modelo acumulado que aplica Francia.
Además, remarcó que el certificado de eficiencia energética ha pasado de ser una herramienta de concienciación a convertirse en un instrumento económico, ya que no solo permite acceder a subvenciones, sino que también sirve como prueba documental dentro del sistema CAE para medir los ahorros energéticos.
Rehabilitación energética: desafíos y gestión de ayudas
En cuanto a los programas de rehabilitación energética de edificios, Mariano Benavente, subdirector general de Arquitectura de la Comunidad de Madrid, reconoció la necesidad de agilizar los procesos de solicitud y mejorar su enfoque técnico desde el principio.
Benavente recordó que la fecha límite fijada por la Unión Europea para ejecutar las actuaciones financiadas con los Fondos Next Generation es junio de 2026, una meta que calificó de ambiciosa y que está provocando que algunas comunidades de propietarios renuncien a las ayudas por no poder sostener la financiación durante todo el proceso. Añadió que, por el momento, no hay información oficial sobre una posible prórroga de ese plazo.
Desde el ámbito profesional, Marta Vall-llosera, presidenta del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), hizo un llamamiento a acelerar los procesos de rehabilitación energética, insistiendo en que el desafío requiere una visión integral que combine la reducción del consumo con la preservación de la identidad urbana. También recalcó la importancia de realizar un diagnóstico completo de cada edificio.
Aislamiento y ciclo de vida: una perspectiva global
Para cerrar el encuentro, Antonio Logroño, presidente de Andimat, destacó el papel fundamental del aislamiento térmico tanto en el sistema CAE como en los procesos de rehabilitación. Subrayó que los ahorros energéticos deben evaluarse teniendo en cuenta todo el ciclo de vida del edificio, no solo en base a estimaciones anuales.
«Desde Andimat defendemos una visión global de la eficiencia energética, basada en criterios técnicos rigurosos que garanticen tanto la sostenibilidad como el ahorro a largo plazo», concluyó Logroño.
Fuente: DPArquitectura